8 jun 2006

ELENA TADEO


Creo que sería casi imposible vivir sin el aroma de la pintura y el aguarrás paseando por mis pulmones. Sin el placer que me otorga la posibilidad de nadar por la textura aceitosa del óleo dejándome arrastrar por su movimiento en el lienzo. Creo que es inevitable tener en mi mirada todos y cada uno de los matices de los pigmentos y de la luz inundándolo todo.

¿Te has fijado cuántos colores surgen en el blanco de una pared?
¿Has visto los tonos escondidos en las sombras?

Me he sentido siempre observando desde el otro lado del espejo, descubriendo cómo el mundo cambia cuando observas su lado convexo, cuando te asomas a su perfil cóncavo.Las ciudades aparecen multiformes, las líneas errantes buscan otros destinos, los cálculos áureos nos dan cifras para crear y las siluetas se expanden, los rostros imaginarios muestran sus expresiones, se entrelazan las naturalezas, los instantes detenidos, las atmósferas del pensamiento y las ideas que corretean por mi cerebro y el afán y la ansiedad de decir algo diferente se hace evidente al ojo; como cuando miramos a través de una ventana abierta de par en par y dejamos que nuestros sentidos perciban.

1 comentario:

eunice alvarez dijo...

HOLA!!!!
ELENA TADEO
COMPARTIMOS EL MISMO SENTIMIENTO
EN EL ARTE
Y LA MISMA MANERA DE VER EL ARTE
ES, COMO RESPIRAR, MUTRIR, SENTIR,
LOS CINCO SENTIDOS TAMBIEN
AGLUTINADOS QUE SIRVEN PARA UN SOLO FIN, VIVIR EL ARTE
EUNICE ALVAREZ